PASEO CONSTITUCIÓN

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Ya diviso el Paseo de la Constitución, ese bulevar que oculta en sus entrañas un río. El Huerva pasa por delante de Radio Zaragoza, pero no lo vemos, ni siquiera lo presentimos. Pero ahí está, cubierto desde hace setenta años. Los coches circulan tan rápido como pueden, la gente cruza apresurada los semáforos, y por debajo de todo ese ajetreo discurre una corriente de agua que enlaza el corazón de la ciudad con algunos de los parajes más solitarios del noreste peninsular. Remonto con la memoria los ciento cuarenta y tres breves kilómetros de este río humilde y me voy encontrando con el monasterio de Santa Fe, las ruinas celtíberas de Contrebia Belaisca, la ermita de Muel donde Goya dio algunas de sus primeras pinceladas, la presa escalonada de Mezalocha, el recoleto embalse de Las Torcas, los estrechos de Aladrén, las llanadas del Campo Romanos y los muros de mampostería del santuario de Nuestra Señora de la Silla, a cuyos pies nace este río pequeño y discreto, este río que pasa escondido bajo las ventanas donde llevo más de veinte años trabajando. Ya estoy aquí, ya estoy en la puerta de Radio Zaragoza.

Ya estoy en el punto donde más recuerdos se acumulan.

Veo tantas cosas ante mí…