CITA
Página 289-290
Le vino a la memoria la primera vez que estuvo allí con él. Luego fueron muchas más, pero la que más le impresionó fue aquélla, la primera. Primitivo plantado allí, en la tierra de sus
padres, mirando al suelo, queriendo escarbar con las manos una tierra hollada años atrás, sin saber por dónde empezar, plantando las palmas sobre el terreno para sentir algo de calor, escuchando el viento, oliendo la retama y el espliego, consciente de que allí abajo estaba el silencio más crudo, la voz dormida de su infancia, la música que ya no latía, las nanas que le cerraban los ojos, las manos que le acariciaban, los brazos que le sostenían, que le llevaban a caminar, que le pusieron por primera vez sobre una bicicleta, que le peinaban con raya en medio, que le cambiaban la muda y le restregaban la espalda con jabón de tajo y una esponja basta, que le metían gajos de naranja en la boca a su pesar y que le cubrían por lanoche con aquella colcha basta que picaba tanto. Primitivo, las manos sucias, los dedos encallecidos, la tierra inhumada en sus puños cerrados, las uñas agrietadas por la tierra árida, la arena huyendo por las huellas de sus palmas, el desierto hecho piel, la vida sepultada por la boca azul del silencio.
UBICACIÓN
cargando mapa - por favor, espere...