CITA
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-Pareces preocupada… -—dijo.
Miriam negó con la cabeza y sonrió. Al día siguiente tenia la peticion de mano y la que de verdad parecía preocupada era Mercedes, quien tras muchas vacilaciones, habia decidido que el acto tendria lugar durante una comida en el restaurante del Gran Hotel. Sus explicaciones sonaban a excusa: que si en la casa todo estaba aún manga por hombro (no era cierto), que si todavía no les habian instalado el teléfono (¿y eso qué importa- ba?) que si ya habria tiempo de invitar a los consuegros al chalet… La comunicacion entre Mercedes y Samuel seguía siendo complicada. Ponían tanto empeño en esquivar los posibles motivos de conflicto que casi no les quedaban temas de conversación. Samuel, incluso, ignoraba cómo se las había arreglado su mujer para financiar la
UBICACIÓN
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