IMPRENTA OCTAVIO Y FÉLEZ

Página 22

6 DE ENERO DE 1943.

Cuarenta pesetas a la semana como oficial de primera de imprenta, linotipista de manos finas, un artista de la Mergenthaler, decían, sí, pero aquello no daba más que para ganar la mitad de lo que su padre se llevaba en la fundición seis años atrás. Era la España de la victoria, decía su maestro Abel Mantecón, sí, pero se ganaba la mitad de lo que percibía un obrero antes de la guerra. Aprendió el oficio a los trece años, cuando entró a trabajar en Octavio y Félez tras el cierre del Hogar José Antonio. Talayero les dijo que aquello no era del agrado de los tradicionalistas y que por eso cerraban. Fue en un día de intenso frío en el treinta y ocho, quizá diciembre.