CITA
Van bajando por entre callejas diminutas, de cuyos patios sale un olor agrio y húmedo, hacia las orillas del río. Rascándose los bolsillos sacan dinero suficiente para pagarse el billete de la Pasarela y cuando están en el centro de ella se detienen para sentir el dulce balanceo de este puente de maderas sujetas al aire por enormes sirgas. A su derecha queda la ciudad fantasmagórica bajo una niebla cada vez mas densa. A su izquierda la arboleda de Macanaz semeja una visión de Gustavo Doré, según afirma Palacios con grandes aspavientos, en la que de un momento a otro podrían aparecer caballeros medievales atacando a los enemigos y salvando de las fauces de los dragones a alguna princesa rusa.
UBICACIÓN
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